Realmente aún no estoy, creo que ni a un treinta por ciento de cómo puedo estar, sobre todo físicamente y con balón.
Al equipo, creo que le puedo aportar esas ganas y ese sentimiento de pertenencia hacia el club, que creo que le puede venir bien.
Con Javi (Romero) coincidí en mi etapa de juvenil en el Stadium Casablanca y, la verdad, es que fue un placer porque es muy buen entrenador, muy buen persona y, la verdad, si no hubiese sido porque estaba él, a lo mejor, mi vuelta al Caspe no se hubiera dado posible.
El equipo, la verdad, es que es un vestuario increíble. Es un grupo de amigos más que un vestuario. Yo los veo con muchas ganas o, en este caso, nos vemos con muchas ganas para revertir la situación, que es totalmente posible.
Todavía quedan once partidos y con la dinámica de estas últimas semanas, creo que se va a dar al cien por cien.